Abogados de raigambre malagueña, proyectados hacia la Abogacía del resto de Europa José María Davó Fernández y Santiago Jiménez Hernández son dos malagueños, compañeros de toda la vida. Desde su bachillerato hasta la licenciatura en la Facultad de Derecho en Granada, su unión ha sido permanente. Incluso compartieron un sólido aprendizaje de postgrado como opositores ambos a Judicatura; y llevan como compañeros compartiendo el ejercicio de la profesión desde hace 30 años, con indudable éxito.

Quienes los conocen se extrañan al ver tanta compenetración en personas de tan distinto carácter. Pero nadie niega que una de las claves del éxito de su despacho es haber sabido compenetrarse, pese a sus diferencias de talante. Lo que desde luego nadie duda es que en ambos concurre una misma idea de franqueza, seriedad en el ejercicio y entrega al cliente.

Profesionalmente, iniciaron su andadura por senderos diferentes, aunque paralelos. Mientras que Santiago Jiménez establece inicialmente despacho junto con otros jóvenes compañeros –hoy prestigiosos profesionales: Pedro Apalategui Isasa y José Luis Hurtado de Mendoza- José María Davó se incorpora, de inicio, a un bufete con ramificaciones por otros países de Europa. Corría el año 1973.

A partir del año 1979, al incorporarse José María Davó al despacho de Santiago, volvieron a coincidir sus vidas, y desde entonces hasta el día de hoy han venido desarrollando su actividad profesional en el mismo inmueble: el Nº 14 de Muelle de Heredia.